Avui llegim a La Vanguardia la trista noticia que la revista Altair tanca, i a la seva web trobem la següent nota:
Avanzamos el editorial que hemos preparado para el próximo número de la revista Altaïr, que estará a la venta el 23 de mayo.
Algunas veces hay que dar un paso hacia atrás para encadenar tres adelante. Abrimos un paréntesis. Durante catorce años, desde la primavera de 1999, hemos compartido esta aventura editorial con vosotros, los lectores. Ha sido un proyecto contracorriente: una revista que entiende el viaje como la manera más hermosa de acceder a la complejidad del mundo, basada en la curiosidad y el respeto a todas las culturas. Nunca renunciaremos a esos principios, porque creemos en ellos. Son los que nos justifican, dan sentido a Altaïr.
Duele aceptar que la crisis económica —que nos lastima a todos— logró doblegar nuestra capacidad de resistencia. Nos hemos conmovido cada vez que un suscriptor se dio de baja, no por insatisfacción con la revista, sino debido a la pérdida de su empleo o a la disminución de su salario. Implicados en esa debacle, hemos arrimado el hombro para facilitar vuestra continuidad como lectores: no actualizamos el precio de venta al público de Altaïr desde su nº 32, en noviembre de 2004, hace más de ocho años. Sabemos que no os podemos pedir más, pero… tampoco somos capaces de aguantar solos una bajada de ingresos que supera nuestro límite. Eso no quiere decir que Altaïr desaparezca. Solo abrimos un período de reflexión, en busca de otro enfoque que nos permita seguir adelante. Quizá con otra periodicidad, tal vez en formato digital, aún no lo sabemos. Pero sí tenemos claro qué queremos transmitir. También, que nos debemos a las personas con quienes compartimos una sensibilidad: vosotros, lectores. Por eso, aunque ahora nos alejemos de los quioscos o los buzones, deseamos seguir vertebrando la Comunidad de viajeros forjada estos años.
Hubiéramos preferido saludaros con otro editorial, uno que glosara los atractivos de los Parques Nacionales de Estados Unidos. La excepcionalidad de la situación lo impide. Como consuelo, nos quedan la ilusión de que el número satisfaga vuestras expectativas y la certeza de que esto no es un “¡hasta siempre!”, sino un comprometido “¡hasta pronto!”.
En el próximo número se incorporará toda la información referente a la resolución de las suscripciones y las posibilidades al respecto.