Mar 09

El libro es una recopilación de los artículos publicados en el blog del Grup de Gestió de la Informació en Ciències de la Salut (GICS), durante los años 2013 y 2014, en conmemoración del 10 aniversario del Grup. También documenta otras actividades que se llevaron a cabo en la Jornada “10 anys de Gestió de la Informació en Ciències de la Salut GICS”.

Los contenidos de los posts, ordenados por fecha de publicación, desarrollan los temas que en estos momentos se consideran más relevantes en nuestra profesión. También podemos encontrar las estadísticas de acceso que permiten informar de las materias que, seguramente, marcarán los objetivos de nuestras responsabilidades en los próximos años en nuestra comunidad profesional en general y en el sector de ciencias de la salud en particular.

Pero por encima de todo, esta publicación está dedicada a agradecer a los autores de todos los artículos  su predisposición y generosidad al compartir con todos nosotros sus conocimientos y experiencias de expertos. Sin su colaboración y profesionalidad no habría sido posible recopilar toda esta información tan útil, de extraordinaria calidad, de amplio interés y de marcada innovación.

Se puede encontrar  aqui

portada

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Nov 10

Dedicamos este post a tratar la aplicación de la content curation con el objetivo de crear, potenciar o ayudar al desarrollo de nuestra marca personal. Como hicimos en otras ocasiones en nuestro blog los content curators al hablar de su utilización en diferentes contextos, como el content marketing, el periodismo o las bibliotecas.

Con toda seguridad, el uso de la curación de contenidos en un contexto de marca personal es el más transversal: sea o no con intención de marketing, en un ámbito profesional (o no profesional) u otro, la necesidad de una marca personal online es tan transversal que nos atañe a todos hoy por hoy, en este mundo en el que vivimos en plena segunda década del siglo XXI.

Vamos por partes: qué es la marca personal. Seguramente a estas alturas de implantación del mundo 2.0, todos sabemos, aunque sea de manera intuitiva, a que nos referimos con esta expresión, pero puede valer la pena traer aquí una definición estándar de este concepto, como por ejemplo, la que nos ofrece Wikipedia:

“La marca personal, en inglés Personal Branding, es un concepto de desarrollo personal consistente en considerar a determinadas personas como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. Surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo. A diferencia de otros enfoques de técnicas de mejora profesional que tienden a la mejora de las características personales, este enfoque de marca personal tiende a la promoción personal a través de la percepción que los demás tienen de uno”.

Si en el actual entorno 2.0, los content curators son (o al menos deben aspirar a serlo) claros referentes en su tema o ámbito de especialización, la content curation emerge como una de las actividades que pueden tener mayor impacto en la construcción de nuestra marca personal en internet. Vamos a intentar explicarlo.

La motivación

¿Por qué empezar a curar contenidos sobre un tema? Sin duda, los motivos personales pueden ser muchos, vinculados a una estrategia propia personal o a un contexto laboral determinado en el que nuestro trabajo nos puede empujar a tener una presencia online. En cualquiera de estos casos un factor que parece imprescindible es el interés por un determinado tema, o mejor aún la “pasión” por el mismo, como señala Steven Rosenbaum en Content curators are the new superheros of the web: [content curation es] “the act of individuals with a passion for a content area to find, contextualize, and organize information”.

Pero más allá de esta actitud, sin duda un motivo de peso para curar contenidos serán los beneficios que confiamos obtener a cambio.

Los beneficios

Celine Marrouat, señala, en su presentación Introduction to content curation, cuales son a su juicio los beneficios que ofrece la content curation como poderosa herramienta para la marca personal (diapositiva 4):

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(“Benefits of Content Curation” en Introduction to content curation de Celine Marrouat)

Veamos:

1. Servir a (ser útil a) tu audiencia;

2. Complementar el proceso creativo;

3. Difundir tus ideas de manera diferente;

4. Establecer tu expertise (conocimientos, pericia, know how);

4. Mostrar tu personalidad;

5. Generar tráfico; y

6. Construir tu comunidad.

Cada punto da para entretenerse a reflexionar, pero simplemente dando una mirada de conjunto a estos siete beneficios de Marrouat, obtenemos una imagen absolutamente poderosa de la utilidad de la curation. Algo así como lo siguiente:

La curación de contenidos permite complementar nuestro proceso creativo y mostrar de una manera peculiar o diferente nuestra personalidad y de qué somos capaces (expertise), para servir a nuestra audiencia, crear tráfico y construir comunidad.

Poderosas voces

La emergencia de la curación de contenidos personal en la Web parece pues un hecho que, a estas alturas, no se puede negar. Todos somos (o tenemos el potencial de serlo), “poderosas voces” en la Web, como dice Rachel Miller en The 3 Dumbest Things About Content Curation:

“Content curation is an important piece of the social business puzzle. We are all our own journalists, editors, publishers, and archivists. Armed with content aggregator applications, content distribution tools, and social networks, we are powerful voices”

De share a curate

El origen de este papel que está adquiriendo la curación de contenidos para nuestra marca personal se encuentra probablemente en nuestros hábitos de consumo y compartición de información en internet; y que se caracterizan ya no solamente por el aumento del consumo de información a través de los social media, sino, y esto es importante, en nuestro propio papel como recomendadores de información a nuestros contactos o seguidores en las redes. De la lectura diaria de información obtenida a través de las redes y de las recomendaciones que hacemos como una actividad personal, no organizada o puntual, a la curación de contenidos como una actividad sistematizada y que puede llegar a ser profesional, hay solo un paso. No son lo mismo (dejémoslo claro), pero aquella suele o puede ser el paso previo de ésta. Enrique Dans lo ha explicado muy bien en Redes sociales y hojas de ruta:

“La curación de contenidos, o “recopilación informada” de información relevante sobre un tema, puede ayudarte. No, no se trata de dedicarte a circular enlaces sin ton ni son, sino de aprovechar tu lectura de noticias para seleccionar las mejores, las que tienen puntos de vista más adecuados o las que pueden tener mayor influencia en la discusión de un tema, y generar un “condensado” de información que ayude a otros que quieran seguirlo”

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(Las 4S’s de la content curation)

El método

Esto se debe hacer sistematizadamente para hablar con propiedad de content curation. ¿Cuál es el método, la fórmula o el sistema para llevarla a cabo? Hay diversos métodos propuestos por especialistas, y algunos de ellos los desgranamos en El content curator. Guía básica para el nuevo profesional de internet. Nosotros proponemos el sistema de las 4S’s. Y con este método y con esta intención de marca personal, hemos planteado un caso práctico en nuestro ebook Las 4S’s de la content curation. Estudio de caso (I). El caso que inventamos y desarrollamos en el ebook es facilmente extrapolable.

Aquí podemos seguir los pasos de un joven llamado Miguel que se plantea al inicio del ebook curar contenidos sobre un tema que le motiva y sobre el cual se considera capacitado, como palanca para darse a conocer en ese sector económico, mejorar su proyección y obtener como meta final un trabajo en ese ámbito. Es así como aplica el método de las 4S’s (Search, Select, Sense Making, Share) empezando por la fase previa de un concienzudo Diseño del proceso a seguir, y acabando con el establecimiento de los mecanismos de evaluación de su curation. Le acompañamos en el camino. Así, vemos su elección y uso de herramientas para cada fase de la curation (como Hootsuite, Google Alerts, Evernote, un blog en WordPress, Scoop.it o Twitter) y vemos como va avanzando en el proceso y cuáles son sus resultados. No nos parece difícil de replicar el método que sigue Miguel. Está, diríamos, al alcance de cualquier persona motivada y predispuesta a ello.

Así pues, los beneficios los conocemos, el método es factible, las herramientas las tenemos al alcance de la mano.

¿Qué opinas? ¿Es tan factible como lo describimos? ¿Fácil o difícil? ¿Curamos contenidos?

Javier Guallar y Javier Leiva-Aguilera

http://www.loscontentcurators.com/

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Oct 06

Hoy estamos de paso por este blog para reflexionar en torno a uno de los productos basados en la evidencia científica más valorados y utilizados por nuestros usuarios: las Guías de Práctica Clínica (GPCs).

Pasó un poco desapercibido, pero en 2011 el Institute of Medicine (IOM) revisó su definición (1)  de Guía de Práctica Clínica (GPC) haciendo énfasis en dos aspectos importantes que deberían reflejarse en toda guía sustentada en la evidencia de buena calidad: que esté basada en una revisión sistemática de la evidencia y en la evaluación de riesgos y beneficios de las distintas alternativas. La nueva definición del IOM es la siguiente: “Clinical practice guidelines are statements that include recommendations intended to optimize patient care that are informed by a systematic review of evidence and an assessment of the benefits and harms of alternative care options”.

Muchos autores, sociedades científicas y editores se han apropiado indebidamente de la “marca de calidad” basada en la evidencia, y como documentalistas y bibliotecarios en el ámbito sanitario, debemos de saber cómo localizar estos recursos tan válidos para la práctica clínica y diferenciar unos documentos de otros: Guías de Práctica Clínica, Guías Clínicas, Protocolos, Metaanálisis, Revisiones Sistemáticas…

En los últimos años el número de GPCs publicadas se ha vuelto inmanejable, y su dispersión en diferentes bases de datos, catálogos, etc, es un hecho al que nos enfrentamos cada día. Ante tanta documentación, si se quisiera realizar una búsqueda exhaustiva habría que consultar diferentes recursos que, en ocasiones, se solapan en sus contenidos. A esto hay que sumarle que en ocasiones las GPCs no se publican como un artículo dentro de una revista científica, sino como una monografía o un informe, por lo que no estarán incluidas en las grandes bases de datos especializadas en biomedicina.

Esta avalancha de información basada en la evidencia a la que el profesional sanitario está expuesto, se puede cuantificar tomando como ejemplo un estudio publicado en Lancet (2) en 2005. En este estudio se plasman los datos de 24 horas de observación en un servicio de un hospital, donde se atendieron a 18 pacientes y se identificaron 3679 páginas de GPCs relevantes para los cuidados inmediatos de los mismos, lo que aproximadamente supondría para los profesionales sanitarios alrededor de 122 horas de lectura.

Nuestra labor diaria se centra pues en la formación de usuarios, la recopilación en nuestras web de los recursos previamente seleccionados y analizados y la propia realización de búsquedas.

No es nuestro objetivo ahora ofrecer un manual o listado exhaustivo que recoja todos y cada uno de los recursos recopiladores o elaboradores de GPCs, ya que hay numerosas páginas web que recogen listados u otros recursos en los que buscar GPC, pero por su importancia y cercanía queremos destacar el gran proyecto GuíaSalud.

GuíaSalud potencia recursos, servicios y productos basados en la evidencia científica en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En su web podemos encontrar más de 70 GPCs elaboradas por cualquier institución en España, así como GPCs elaboradas por las Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de las CCAA dentro del Programa de Guías de Práctica Clínica (GPC) en el Sistema Nacional de Salud (SNS),  y que se pueden consultar aquí.

Es importante saber que estas GPC se traducen al inglés y son incluidas en bases de datos a nivel internacional por lo que las podemos localizar al lanzar una búsqueda en la National Guideline Clearinghouse y en TRIP Database.

Los datos que avalan la calidad y el uso de estas GPCs en nuestro SNS las podéis ver en la siguiente imagen, en naranja se puede ver el número de veces que las guías son descargadas:

imagen

Este proyecto, en el que se cuida la metodología, ha adaptado sus criterios de inclusión a la nueva definición del IOM, por lo que todas sus GPCs incluidas a partir de este verano, deben de cumplir unos sencillos pero estrictos requisitos, http://portal.guiasalud.es/web/guest/criterios-catalogo-gpc

 Criterios de Inclusión en el Catálogo de GPC en el SNS

Criterio 1: El documento remitido ha de ser una Guía de Práctica Clínica (entendiendo como GPC la definición IOM).

Criterio 2: Las guías deben haber sido producidas en España, en cualquiera de las lenguas oficiales en el Estado; por instituciones públicas o privadas, sociedades profesionales, paneles de expertos e incluso grupos profesionales; en el ámbito estatal, regional o local. Las GPC producidas fuera de España se admitirán también si han sido traducidas y respaldadas por cualquiera de las instituciones o grupos citados previamente.

Criterio 3: El intervalo de tiempo transcurrido entre la fecha de cierre de la búsqueda de la evidencia y el momento de la inclusión de la GPC en el catálogo, ha de ser inferior a 5 años.

Criterio 4: En la GPC deben aparecer los datos de los autores, incluyendo nombre, titulación (y especialidad si procede), institución y la declaración de interés.

Criterio 5: La GPC se ha elaborado, adaptado o actualizado siguiendo una metodología contrastada. Los métodos de búsqueda de la evidencia científica utilizados deben estar descritos, incluyendo los términos de búsqueda utilizados, las fuentes consultadas, y el rango de fechas cubierto, así como los criterios de inclusión y exclusión utilizados y la calidad de los estudios.

Criterio 6: Las recomendaciones de la GPC deben ser explícitas y en ellas deben identificarse las fuentes bibliográficas que las sustentan. Así mismo, las recomendaciones deben formularse teniendo en cuenta los beneficios y posibles riesgos de las distintas opciones evaluadas.

En resumen las Guías de Práctica Clínica deben de ser documentos de “confianza” de los profesionales, fáciles de interpretar y deben de incluir recomendaciones basadas en estudios de suficiente calidad metodológica y lejos de cualquier conflicto de interés.

Para saber un poco más de GuíaSalud:

Montserrat Salas Valero. Documentalista y coordinadora de la Biblioteca Virtual Sistema Sanitario Público de Salud de Aragón. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.  msalas.iacs@aragon.es

María Pilar Blas Díez. Documentalista. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud. mpblasd.iacs@aragon.es

BIBLIOGRAFÍA

(1) Graham R et al; Institute of Medicine (U.S.). Committee on Standards for Developing Trustworthy Clinical Practice Guidelines; Clinical practice guidelines we can trust. Ed:Washington, D.C. : National Academies Press, ©2011.
(2) Allen D, Harkins KJ. Too much guidance? Lancet. 2005 May 21-27;365(9473):1768.

Perfil profesional de Montserrat Salas: LinkedIn

Perfil profesional de María Pilar Blas: LinkedIn

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